—Muchas gracias por recibirme —le dijo Lacey a Arkin, de pie junto a la limusina con Brogan y los otros cambiaformas de su manada. No había visto a sus guerreros desde que había estado allí, pero parecían haberlo pasado bien. Algunos miembros de la Manada de la Sombra incluso habían venido a despedirse, y Brogan, Misty y Victor estaban todos sonriendo, lo cual era una buena señal. Misty y Victor subieron al auto, pero Brogan esperó a Lacey, manteniendo la puerta abierta para ella.
Arkin colocó sus manos en la parte superior de sus brazos y luego le dio un beso en ambas mejillas.
—Fue un placer volver a verte. Por favor. Prométeme que volverás pronto.
Lacey asintió, sonriendo. —Solo si prometes venir a la Manada de la Cosecha Lunar a visitarnos también.
—Esa, hermanita, puede ser una oferta que no podemos rechazar —dijo Seth, con una sonrisa de oreja a oreja.
—Bien. Cuento con eso.