En un tiempo antes del tiempo, cuando los cielos y la tierra aún estaban en su infancia, existía un reino donde la magia no era un mero susurro en los vientos, sino la sangre vital que fluía por las venas del mundo. Este mundo, conocido como Aetheria, era un tapiz de maravillas tejido con hilos de hechizos ancestrales y leyendas vivientes. En Aetheria, los elementos no eran simples fuerzas de la naturaleza, sino entidades poderosas, cada una con su propio dominio y guardianes.
El viento susurraba secretos a aquellos que sabían escuchar, el fuego bailaba al ritmo de los tambores de guerra, la tierra se erguía como un bastión inquebrantable, el agua fluía con la promesa de vida y curación, y la luz y la sombra jugaban en un eterno juego de escondite, la madera, que controlaba la esencia misma de la vida, y el hierro, cuyo poder confería una fortaleza impenetrable a aquellos que lo dominaban.
En el corazón de este mundo, donde la magia y la materia se entrelazaban, nació la Orden de la Armonía Elemental. Una fraternidad secreta, unidos no por lazos de sangre, sino por un propósito común: proteger las leyes elementales y mantener el equilibrio de Aetheria. La orden estaba compuesta por individuos excepcionales, cada uno maestro de su elemento, cada uno portador de un nombre que era tanto un honor como un deber.
Nerón, conocido como el Guardián Espiritual, era el más enigmático de todos. Transmigrado de un mundo distante y desprovisto de magia, Nerón poseía una conexión innata con el éter, el elemento espiritual que se cernía sobre todos los demás. Su llegada a Aetheria no fue un accidente, sino el cumplimiento de una profecía antigua, una que hablaba de un guardián que surgiría en la hora más oscura para regular sobre los elementos y restaurar la armonía.
El prólogo de nuestra historia comienza con Nerón, de pie ante las ruinas de lo que una vez fue su hogar, la mansión de una noble familia en declive. Con la mirada fija en el horizonte, donde el sol se despedía con un estallido de colores, Nerón sabía que el camino que tenía por delante estaría lleno de desafíos, enfrentando las sombras que se cernían sobre Aetheria.
Juntos, formaban un círculo de poder y protección, un círculo que Nerón sabía que era la clave para salvar a Aetheria y el mundo como lo conocíamos. Porque aunque el reino era un lugar de belleza y magia, también era un lugar de oscuridad y peligro. Y mientras Nerón se preparaba para enfrentar su destino, la Orden de la Armonía Elemental se preparaba para escribir una nueva leyenda, una que sería contada por generaciones venideras.
Esta es la historia de un joven que se convirtió en leyenda, de una orden que se convirtió en mito, y de un mundo que se encontró al borde, esperando ser salvado o condenado. La historia de Nerón esta a punto de comenzar, y tú, querido lector, estás invitado a ser parte de esta aventura épica.