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Chapter 33 - capítulo 33: faro en la oscuridad

**POV Eirlys**podía sentir el dolor y mi eminente muerte, pero en un último esfuerzo moví mi espada para detenerlo cuando el hermano mayor nos empezó a enseñarnos las bases del arte del caballero elemental nos mencionó que sus fuertes eran su amplio rango de adaptabilidad y mejoras de las bases, aunque no lo entiendo por completo, dijo que cuando se trataba de combate era un arte que estaba centrado en contrataques.En la posición básica del arte El escudo cubre el corazón, mientras que la espada se posiciona para proteger el cuello y la cabeza, lo que permite una defensa sólida que buscar contratacar, y eso en específico fue lo que en el último segundo evito mi muerte instantánea, la espada que estaba más cercana que el escudo pudo interferir con el camino del hacha, evitando perder la cabeza pr completo .Pero aun así ya era demasiado tarde. La herida en mi cuello era profunda y la sangre brotaba. Mi visión se volvía borrosa y todo a mi alrededor parecía moverse lentamente. Sabía que esta lesión significaba mi sentencia, pero aún así no quería sucumbir aquí. 'No moriré así, ni caeré aquí'. Mi corazón latía con fuerza y sentía como si estuviera ardiendo, indicando que aún estaba viva, pero en el fondo sabía que solo era cuestión de tiempo, y inevitablemente mi visión se desvaneció en la oscuridad...En el abismo de la oscuridad total, no había nada . No podía ver nada, no sabía quién era ni qué hacía allí. No sabía si estaba caminando, si estaba quieta, si respiraba siquiera. No sabía si tenía un cuerpo o si había dejado de existir en esa inmensa negrura. Estaba perdida, atrapada en un mar de incertidumbre y desorientación. Todo era vacío, una extensión infinita de nada. Mi mente flotaba en un estado de completa confusión, un caos absoluto donde mi identidad y la realidad se desvanecían.De repente, en medio de esa oscuridad, vislumbré algo: unas llamas blancas. Recordé vagamente que alguien, mi hermano, me había advertido sobre ellas. '¿Quién es el hermano?' El pensamiento pasó por mi mente, pero no logré captar la respuesta.No sabía quién era ese hermano en el que pensé, pero en mi ser más profundo, supe que esas llamas eran algo significativo, algo crucial. Intuitivamente, supe que esas llamas podían ser la clave para entender qué estaba haciendo allí, para recordar quién era.Con manos que no podía ver, que no podía sentir, con algo que creí que era yo en este mundo negro, alcancé las llamas. Sentí que cada fibra de mi ser, cada fragmento de mi existencia, luchaba por tocar esas llamas, por aferrarse a esa chispa de esperanza.Cuando mis dedos —si realmente tenía dedos— rozaron las llamas, el mundo a mi alrededor cambió. La oscuridad empezó a disiparse, y el vacío se llenó de colores y sonidos. Recordé quién era. Recordé la situación en la que me encontraba. Estaba en el suelo, en un charco de sangre. Mi propia sangre. El dolor y la realidad me golpearon con fuerza. Sentí cada herida, cada corte y cada golpe.La confusión dio paso a una comprensión aterradora. Estaba al borde de la muerte, desangrándome. Sin embargo, algo dentro de mí se rehusaba a rendirse. Algo en lo más profundo de mi ser luchaba con una furia inquebrantable, una voluntad de hierro. Esa llama blanca no era solo un recuerdo. Era un faro en la oscuridad, la última esperanza, la salida de mi muerte inevitable no sabía cómo, pero de alguna manera lo supe.Con cada segundo que pasaba, las llamas blancas no solo iluminaban mi mente, sino que también empezaron a interactuar con mi cuerpo. Las heridas letales que sufrí comenzaron a cerrarse lentamente. Sentí una energía cálida recorriendo mis venas, tejiendo de nuevo la carne desgarrada, restaurando la vida en donde antes solo había agonía.Mas haya Observé a las bestias avanzando lentamente, como si disfrutaran de una cacería acercándose al resto de los niños . También vi a Clayton, que yacía a la distancia, envuelto en tierra y sangre. Parecía que había logrado bloquear el ataque, pero fue arrojado hacia atrás con numerosas heridas.Me incorporé lentamente, sosteniéndome el cuello, y me di cuenta de que no tenía ninguna herida. Las llamas blancas rodeaban mi cuerpo y sentía que mi mana había disminuido mucho, pero toda la fatiga y las heridas desaparecieron e incluso sentía que regeneraba mana más rápido que de costumbre.No perdí tiempo y, aprovechando que las bestias no me miraban, me acerqué sigilosamente a una de ellas y la apuñalé en la espalda, atravesándole el corazón. Emitió un grito de muerte y trató de contraatacar, pero ya había retrocedido a un lugar seguro. La bestia cayó al suelo y murió."ah..ha..ah" .Mi respiración era pesada, pero a pesar de haber eliminado a una bestia con éxito, sabía que la que quedaba era suficiente para acabar con todos nosotros, y para empeorar las cosas, noté que más criaturas se dirigían hacia nosotros. Pero no me rendiré. Agudicé todos mis sentidos y recordé las enseñanzas de mi hermano.ahora que estaba tranquila supe que La bestia que se aproximaba parecía ser de tres estrellas. En ese momento, sentí un cambio en la atmósfera.No sabía de dónde provenía, pero de repente me llené de poder. Las llamas blancas ya me habían restaurado, pero ahora sentía una fuerza superior a cualquier cosa que hubiera experimentado antes.Sin tiempo para cuestionarlo, noté que esta vez pude reaccionar al ataque de la bestia y bloquearlo con éxito. Así comenzó un intenso intercambio de golpes entre nosotros, pero terminó más rápido de lo que esperaba.La razón fue que, en medio del combate, cuatro espadas se clavaron en la espalda de la bestia. Eran los niños que nos habían seguido. Aunque inicialmente estaban paralizados por el shock perdida instantánea mía y de Clayton edemas de la presión que emanaban las bestias, de alguna manera de repente encontraron valor y atacaron a la bestia por la espalda.Me sorprendió su rápida recuperación y su determinación para luchar, incluso después de presenciar mi aparente caída. También me asombró que yo igualaba en combate a la bestia, pero no tenía tiempo para reflexionar sobre ello, ya que más bestias se acercaban y nuestras opciones se estrechaban.Sin embargo, nos sentíamos extrañamente poderosos. Incluso vi a Clayton levantarse, confundido pero ileso, y a los demás niños dentro de la cueva, con llamas encendidas en sus ojos y una voluntad inquebrantable para luchar. Incluso aquellos que estaban heridos parecían revitalizados.Sin tiempo para cuestionar nada, organicé a los demás y nos preparamos para enfrentar a las bestias. Aunque eran solo bestias de una y dos estrellas, su número superaba fácilmente el centenar. Luchamos sin descanso, con determinación implacable, hasta que logramos deshacernos de cada una de ellas.En medio del combate, perdí la noción del tiempo; no sabía cuánto habíamos luchado ni si más bestias se habían unido a la refriega. Mi única preocupación era eliminar a cada una de esas criaturas. Incluso el tiempo parecía distorsionarse, volviéndose borroso y sin sentido. Estaba completamente absorta en la batalla, sin pensar en nada más.Cuando recobré la conciencia, me encontré rodeada de cadáveres de bestias. Miré a mi alrededor y vi que todos estaban ilesos, e incluso a los heridos parecían curados misteriosamente, como si las lesiones no hubieran ocurrido. Sentí una extraña confusión, pero aun así continué luchando, eliminando cualquier rastro de peligro que quedara. Aunque no sabía cuánto había pasado, para mí había sido como si hubiera peleado durante horas.Cuando finalmente no quedó ni una sola bestia en pie sentí un alivio que hizo que mis fuerzas me abandonaban y caí al suelo exhausta. Mientras me desplomaba, mi visión se oscurecía lentamente. Sin embargo, antes de perder el conocimiento por completo, percibí a alguien que me sostenía y escuché una voz reconfortante que me decía:"Lo hiciste bien, descansa por ahora". Con esas palabras reconfortantes resonando en mi mente, me dejé llevar por la inconsciencia.