—Número Siete, Número Cinco y Número Cuatro, ¡dejen de hacerse los muertos y salgan! ¡Grandes noticias aquí! —Yang Junmo empezó emocionado en el chat grupal, habiendo llamado no sólo a Su Chengyu sino también a varios otros.
—¿Número Seis, qué ocurrió? ¿Por qué estás tan emocionado? —Su Chengyu preguntó, algo desconcertado.
Estos días, el chat grupal había visto algo de actividad, pero era todo charla trivial que Su Chengyu miraba y luego descartaba, nunca participando más.
—¡Maldición! ¿No saben? ¡Es algo enorme! ¿Cómo pueden seguir tranquilos? —Las palabras emocionadas de Yang Junmo hicieron fruncir el ceño a Su Chengyu, pero antes de que pudiera hablar, la voz de Número Cuatro ya había intervenido.
—Ve al grano, todos estamos ocupados. ¿Crees que todos tienen tanto tiempo libre como tú, holgazaneando todo el día en este chat! —La frustración en su tono era obvia, claramente, ella también estaba molesta por las expresiones vagas de Yang Junmo después de haber sido llamada.
