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—¿Qué dijiste? —dijo Shinazugawa Tengen, frunciendo el ceño bastante enfurecido por lo que Long Xuan acababa de decir.
—No me gusta repetirme. —Long Xuan, con voz fría, soltó esa frase y comenzó a canalizar su mana.
Bajo los pies de Long Xuan, apareció el Sello de Formación de los Ocho Trigramas; él se paró entre los Ocho Trigramas, mientras tres Espadas de Madera de Durazno se transformaban: una en un dragón rojo, otra en un fénix de fuego y la tercera tomaba la apariencia de un Qilin, cubriendo perfectamente el espacio dentro del muro de piedra con su sello del tamaño justo.
—¿La Espada Trinidad del Monte Longhu? No esperaba que estas tres espadas que manejas fueran realmente uno de los tesoros hereditarios del Monte Longhu. —Shinazugawa Tengen abrió su boca en ligera sorpresa. Ya se había encontrado con estas tres Espadas de Madera de Durazno en su batalla anterior, pero en ese entonces no habían revelado mucha singularidad.