Un ataque del Vacío Hueco, viniendo de gran distancia, casi dispersa el Sentido Divino de Su Chengyu.
Estaba seguro de que si hubiera enfrentado tal ataque antes de entrar a la etapa del Alma Nascente, incluso si su cuerpo físico permanecía intacto, su Sentido Divino se habría dispersado completamente.
Incluso ahora, con el Espíritu Primordial luchando por mantenerse dentro del Mar de Consciencia, Su Chengyu sentía su consciencia tambalear, al borde del desmayo.
—¡Chico, no pares! ¡Si te detienes ahora, estás acabado! —La voz de la Piedra de Reparación del Cielo, como una campana de advertencia, sonó en la mente de Su Chengyu. Con una ráfaga de energía nacida de la desesperación, comenzó a practicar la doctrina del Reino del Desinterés.
