El País de Xia tenía a Long Xuan.
Solo Long Xuan.
Hasta este momento, Su Chengyu comprendió realmente qué significaba aquella frase tan extendida.
Bajo la mesa, Su Chengyu apretó los puños con fuerza, luchando por reprimir la renuencia en su corazón. Tras una profunda respiración y calmadas completamente sus emociones, Su Chengyu levantó la mirada hacia Shinazugawa Tengen y habló.
—Está bien, puedo acceder a ayudarte a encontrar la Cueva del Dragón. Sin embargo, tengo una condición.
—¿También te atreves a poner condiciones delante de mí? —Shinazugawa Tengen habló con una mirada fría, pensando que puesto que Su Chengyu no estaba dispuesto a traicionar al País de Xia, no estaba calificado para hacerle demandas.
—Si no estás de acuerdo, entonces mátame. No te ayudaré a encontrar ese lugar. —Hablando con resolución, Su Chengyu no mostró miedo.
—Escuchémosla entonces. —Shinazugawa Tengen frunció el ceño y finalmente dijo.