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—Su Chengyu se giró, mirando a Kou Shishi y dijo indiferentemente:
— ¿Qué beneficio tengo yo en ayudarte? No solo no hay beneficio, sino que podría estar cavando mi propia tumba. Una vez que salgas del Reino Kunwu, seguramente te volverás contra mí y me matarás.
—Kou Shishi rápidamente agitó sus manos y dijo:
— Eso no sucederá. Su Chengyu, debes creerme. Aunque puedo ser bastante caprichosa, yo, Kou Shishi, soy alguien que sabe agradecer. Nunca pagaría bondad con maldad. Cualquier beneficio que quieras, solo menciona. Tesoros del cielo y la tierra, Píldoras Espirituales, lo que sea.
—Kou Shishi sabía que en este momento Su Chengyu era su salvavidas, uno del que no podía darse el lujo de desprenderse.
—Ni siquiera un perro creería lo que estás diciendo —sus palabras enviaron a Kou Shishi a la desesperación. Apretando los dientes, ella dijo:
— Prometo ser tu sirvienta y firmar un contrato de amo y sirviente contigo. Eso debería ser aceptable, ¿verdad?
