Bei Tang Qi Meng fue rechazada con un solo golpe por el hombre guapo, aterrizando en el suelo. Pero su postura seguía siendo elegante, y no parecía en absoluto avergonzada.
—¡Qué fuerte!
Su Chengyu estaba aún más sorprendido. El hombre guapo parecía más joven que él. Si esa era su verdadera edad, ¡entonces su talento, su reino y su edad eran simplemente aterradores!
El hombre guapo saltó desde el techo, aterrizando lentamente. Su expresión era calmada, sin ningún tipo de tristeza ni alegría, pero también llevaba un indescifrable sentido de misterio.
—¿Eso es todo lo que tienen? La familia Beitang, solo un nombre sin sustancia —dijo el hombre guapo indiferentemente.
Al escuchar estas palabras, Su Chengyu frunció el ceño y comenzó a reflexionar. Había muchas facciones poderosas en el País de Xia, y Su Chengyu había investigado sobre ellas. Tenía un entendimiento superficial de estas fuerzas poderosas y sectas principales en el País de Xia.
