Lin Zhiyuan replicó de manera sarcástica:
—Siempre he dicho que no debemos ofender a la familia Xu. Él, confiando en sus pequeñas habilidades, se atreve a despreciar a la familia Xu, es una pura corte de muerte, e incluso nos involucra en ello.
Lin Zhiyuan estaba ahora muy enfadado. Había pedido a Lin Chuxue que rogara por él, solo para ser regañado por Lin Chuxue en su lugar.
En su enojo, Lin Zhiyuan maldijo a sus propios hijos ingratos que se han aliado con extraños para intimidarlo a él, su propio padre.
—Harías bien en mantener la boca cerrada si no tienes nada valioso que decir. Nunca he visto a un padre como tú que no desea la prosperidad de sus propios hijos y yerno, maldiciéndonos a morir todos los días, ¿verdad? —Lin Chuxue respondió fríamente.
—Yo tampoco tengo hijos ingratos como ustedes dos. Si no fuera por Su Chengyu, seguiría siendo el timón de la Familia Lin —Lin Zhiyuan respondió enojado.
