—Maestra, por favor no malinterprete. Usted me envió un mensaje pidiéndome que la recogiera. Después de llevarla al hotel, estaba cubierta de vómito. No tuve más opción que ayudarla a desvestirse y limpiarla. Pero juro por mi vida que no le hice nada más —Su Chengyu se apresuró a explicar.
—¿Me bañaste? Entonces eso significa... —Xia Ruolan recordó en efecto haber enviado un mensaje a Su Chengyu, pero cuando escuchó que él la había bañado, un sentimiento extraño surgió en su corazón. Su cara se puso roja y se sintió ligeramente avergonzada.
—Maestra, lo siento, no quería ofenderla —dijo Su Chengyu.
—No te culpo; es mi culpa por beber demasiado. Vagamente recuerdo a Li Wanpeng llevándome a la habitación del hotel, sin embargo —aunque Xia Ruolan no estaba molesta, Su Chengyu dijo:
— Maestra, tengo un video aquí que podría querer ver.