—Número Tres, la cultivación no debería hacerse con prisa. ¿De qué te sirve aislarte todo el día para cultivar? Mírame a mí, experimentando la vida y refinando mi corazón entre las tentaciones mundanas, avanzando rápidamente de reinos. Después de que pases por la tribulación Tongxuan, ven a buscarme, te mostraré la mayor alegría de la vida— dijo el lujurioso Número Seis.
—Hermano Número Seis, no desvíes al Hermano Número Tres del camino. La senda de la cultivación que él ha elegido es diferente a la tuya— comentó la gentil Número Cinco.
—Número Dos, ¿vas a Jianghuai? —preguntó la Hermana Número Cuatro.
—No voy a ir— añadió Número Dos.
—Dado que van a surgir tesoros naturales, me uniré a la diversión para ver qué cosas buenas hay— añadió con entusiasmo Número Seis.
—Hermana Número Cinco, ¿te gustaría acompañarnos? Te llevaré conmigo— Número Seis continuó preguntando.
—No, tengo miedo de que me engañes— Número Cinco se rió entre dientes.
