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En el estudio, Su Chengyu se veía ahora sin ánimo. Su antes claro Corazón del Dao estaba ahora nublado y caótico. Su cabello despeinado y barba recién crecida, junto con la mirada opaca en sus ojos teñida de dolor y arrepentimiento, proyectaban una imagen lamentable.
Algunas personas, algunas cosas, solo se valoran cuando realmente se pierden.
Su Xiaoxiao había desaparecido durante cuatro días, sin noticias de su paradero, desapareciendo como si se hubiera evaporado del mundo. Por más que uno tratara de consolarse, sabían que su situación era grave, algo que Su Chengyu lamentaba profundamente.
Al recordar el pasado, Su Chengyu recordaba cómo había acogido a Su Xiaoxiao cuando era aún una infante, criándola y permaneciendo inseparables en sus años mozos. Un lazo así era irremplazable, impregnado de afecto familiar y amor inolvidable.
