—Si pudiera encontrarla, ¿crees que estaría hablando tonterías contigo? —Su Chengyu se desplomó en el sofá, su ánimo era terrible. Todo lo que podía hacer ahora era esperar que Su Xiaoxiao no resultara herida.
Pero la espera duró hasta el mediodía, y Fang Qing no pudo encontrar ninguna pista, ni había llegado ninguna noticia de los secuestradores. Su Chengyu solo podía reprimir la inquietud y la ansiedad en su corazón y esperar.
Xu Nanzhi también vino al Jardín Vista Jade, acompañando a Su Chengyu, esperando juntos la llamada del secuestrador.
Conforme pasaba el tiempo, la noche caía, y Su Chengyu ya no podía quedarse quieto. Su Xiaoxiao había estado desaparecida por casi doce horas, nadie sabía qué podría haber sucedido durante esas doce horas.