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La situación, que originalmente se había calmado, se tensó de nuevo instantáneamente con la aparición de los tres grandes maestros.
—Ministro Principal, gracias por sus esfuerzos. Dado que usted no puede actuar, permítame encargarme — Zheng Chunhua se acercó a Luo Yijie, saludándolo.
—Gracias, Maestro Zheng, no se le debe permitir salirse con la suya — Luo Yijie asintió ligeramente.
Fang Shengyun, de pie al lado de Su Chengyu, dijo:
—Sr. Su, no tiene por qué actuar. Puedo encargarme de estos tres hombres.
Fang Shengyun había enfrentado a Zheng Chunhua más de una vez, logrando sacar victorias por poco, pero en general, Zheng Chunhua tenía la ventaja; sus habilidades con el látigo eran refinadas y muy poderosas.
Fang Shengyun había sido herido por el látigo largo de Zheng Chunhua dos veces y Zheng Chunhua era competente en la Garra Rompevientos de Tres Yin. Su ataque era siniestro y feroz, lo que lo hacía difícil de prevenir.
