—No duele. Apuremos y vámonos. No podré enfrentarme a Filo de Espada de Piedra si regresa —Fang Qing ayudó a Su Chengyu a subir a su coche y se marchó de la sede de Alma del Dragón.
—No me dejes en casa, me preocupa que Filo de Espada de Piedra pueda tramar algo contra mí. Encuentra un hotel para quedarme por ahora —hasta que Su Chengyu se recupere de sus heridas, no tendrá oportunidad contra Filo de Espada de Piedra. Incluso en su mejor momento, sería pelear o huir.
—Un hotel tampoco es seguro, es fácil que Alma del Dragón te encuentre. Si no te importa, puedes quedarte en mi casa por ahora —dijo Fang Qing.
—De acuerdo —asintió Su Chengyu.
Fang Qing condujo de vuelta a la ciudad. Su casa, ubicada en un buen vecindario, no estaba lejos del equipo de investigación criminal.
—Eres bastante rica para poder permitirte una casa en este vecindario. ¿Has ganado mucho con tu pequeño negocio secundario? —Su Chengyu bromeó.