—Tú... —El rostro del joven era extremadamente feo. Antes de venir a buscar a Su Chengyu, también había investigado los asuntos previos de Su Chengyu. Cuando enfrentó a Kuronagi, claramente había sido muy amistoso.
No solo no entró en conflicto con el amenazante Kuronagi, sino que incluso le entregó directamente la Perla Lágrima de Sirena.
—¿No entiendes? —Su Chengyu vio completamente a través de los pensamientos del tipo y se burló fríamente.
El joven frunció el ceño y dejó de fingir, diciendo sin rodeos, —¿Sabes quién soy? ¿Te atreves a tratarme así y aún quieres entrar en la puerta del Clan He Mao? ¡De ninguna manera!
Pero Su Chengyu actuó como si no hubiera escuchado y dijo, —En realidad, es muy simple. Primero, aunque Kuronagi vino con hostilidad, al menos no fue tan hipócrita como tú. Segundo, él es el Emperador Demonio.
