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—Su Chengyu, ¿en qué estás pensando?
Cheng Xiaoyun llamó un par de veces a Su Chengyu, pero él no respondió, así que tuvo que darle un pequeño empujón para captar su atención.
—En nada importante, ¿qué sucede? —Su Chengyu desvió la mirada, ocultando sus pensamientos acerca de la Tía Xu.
—Es hora de ordenar, ¿qué te gustaría? Pide lo que quieras. —Cheng Xiaoyun le pasó la carta a Su Chengyu. Él dijo de golpe:
—Me gusta el abulón, ¡pide cualquier otra cosa que quieras!
El rostro de Cheng Xiaoyun se tornó rojo al instante. Frunció los labios y Su Chengyu se apresuró a aclarar:
—No malinterpretes. Me refería al abulón de verdad.
—Yo... no malinterpreté. —Cheng Xiaoyun ordenó unos cuantos platos y una botella de vino tinto, y empezó a charlar con Su Chengyu. Como antiguos compañeros de clase, naturalmente hablaron de sus historias de la época escolar.
—¿Te divorciaste de Jiang Yuyan? —preguntó Cheng Xiaoyun.
—Sí.
—¿Planeas buscar a alguien más?