—Lamento haberme perdido el juicio en el Reino Kunwu —dijo Su Chengyu—. Mi maestro dijo que mi fuerza no era suficiente, y que ir habría sido como buscar la muerte. Así que entré en reclusión por un tiempo y luego bajé la montaña para ganar experiencia. Acabo de regresar de la Montaña Dadao hace un par de días.
—¿Montaña Dadao? ¿Qué lugar es ese? —respondió Bei Tang Qianxiao, algo sorprendido por el nombre que mencionó Su Chengyu, ya que nunca antes había oído hablar de él.
—Es un pico antiguo en el oeste. Hace medio mes, apareció allí una Mansión Inmortal, y varias sectas de artes marciales fueron a luchar por ella. Muchos cultivadores también aparecieron. Causó bastante conmoción. Mhm... Yo también estaba en la Montaña Dadao en ese momento.
—Número Dos habló con casualidad, siempre bien informado cuando se trataba de inteligencia.