—Tía Feng... —Su Chengyu no pudo evitar hablar suavemente, momentáneamente aturdido en su lugar.
—¿Por qué Dragon Zhi tenía este objeto, Su Chengyu no lo sabía?
—Pero en este momento, comprendió el peso de las palabras de Feng Jie Yu. ¿Ser un enemigo de todo el País de Xia? Esto no era solo una cuestión de atreverse o no; ni siquiera él había esperado que Feng Jie Yu estuviera dispuesta a ir tan lejos por él.
—Justo cuando estaba a punto de hablar, Feng Jie Yu dijo fríamente —Cállate, ya no se trata solo de ti.
—Su Chengyu se quedó parado allí, desconcertado por lo que Feng Jie Yu quería decir.
—La Princesa Lin An, que estaba a su lado, tampoco pudo evitar hablar —¡Dragon Zhi! ¿Has perdido la cabeza? ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?
