—Habiendo alcanzado un consenso, el Espíritu del Artefacto de la Alabarda del Cielo del Páramo pronto volvió al silencio, y a Su Chengyu no le molestaba decir nada más.
—Él entendía que la Alabarda del Cielo del Páramo no podía estar tan en sintonía con él como lo estaba la Espada Matadragones; incluso era menos probable que formase el mismo tipo de relación que tenía con la Piedra de Reparación del Cielo.
—Después de todo, por muy de alto grado que fuera la Piedra de Reparación del Cielo, en última instancia no tenía dueño, mientras que la Alabarda del Cielo del Páramo claramente todavía mantenía cerca de su corazón a su maestro, el Monarca Inmortal Tianshang.
—Su relación era tal y como él había dicho, meramente una cooperación.
