La Espada del Abismo Sagrado y la Espada Polvo Antiguo luchaban por resistir, ¡pero no eran muy efectivas!
¡La última Tribulación Celestial y esta Tribulación Innata eran totalmente diferentes!
El Qi Verdadero de Ren Feifan en su Dantian fluía ferozmente, y terroríficas olas de energía vital se sucedían una tras otra.
Ren Feifan sentía que su cuerpo estaba a punto de ceder.
—¡Pff! —Una bocanada de sangre fresca brotó, salpicando ambos sables.
Fue en ese momento que una voz clara resonó en sus oídos:
—Chico, si resistes esta Tribulación Innata, verdaderamente habrás conquistado los cielos. Pero si no puedes, piensa en las mujeres a tu lado, piensa en tu Puerta Sagrada—todo podría ser destruido en un instante. ¿Crees que tienes el lujo de admitir la derrota ahora?
Naturalmente, Ren Feifan escuchó las palabras de la Chica Dragón, ¡y explotaron en su corazón! ¡No podía perder!
—¡Boom! —Lei Yun se agitaba, y numerosos rayos, como bestias al acecho, estallaban con toda su furia.
