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Aunque Ren Feifan destrozó por completo la niebla negra, aún dio varios pasos hacia atrás tambaleándose, sintiendo su sangre y qi agitándose hacia arriba.
Un destello de sorpresa cruzó los ojos del viejo Conde —probablemente no había ni un solo joven que pudiera resistir su movimiento sin morir.
¿Y este chico de Huaxia realmente lo soportó? ¿Y hasta logró hacer pedazos su niebla negra?
¿Podría Huaxia tener realmente a un genio tan demoníaco?
Solo había sabido a través de los resultados de la competición que el joven de Huaxia era bastante fuerte entre sus iguales.
Pero ahora parecía haberlo subestimado grandemente —¡esto no era simplemente fuerte, había alcanzado el pináculo de la anomalía!
—Te he subestimado —dijo el anciano, acariciando su barba con un aire de despreocupación—. Si fueras a desatar aún más fuerza, en efecto podrías ser capaz de matar a Collins.
