Justo cuando el Qi de Espada dorado estaba a punto de golpear a los Ejecutores de la Ley, ¡toda la Formación Atrapalmas comenzó a temblar repentinamente!
La poderosa vibración hizo que todos sintieran una sensación de miedo.
—¡Atreverse a matar a mi gente dentro de la Formación Atrapalmas! ¡Estás buscando la muerte!
¡Finalmente ha llegado el Guardián!
El corazón del Ejecutor de la Ley saltó de alegría, sabiendo que con la llegada del Guardián, ¡su vida estaba completamente segura!
En un instante, un anciano apareció ante los Ejecutores de la Ley. Sin inmutarse por el Qi de Espada dorado, ¡lanzó una ola de Qi Verdadero sobre él!
¡Instantáneamente, todo dejó de existir!
¡Ese era el poder del Guardián!
Avanzando, el anciano entrecerró los ojos y encontró que las manos de Ren Feifan ya no estaban restringidas por el brazalete, y el Qi Verdadero fluía en la superficie de su cuerpo. Frunció el ceño levemente y preguntó:
—¿Quién destruyó tu brazalete?