Ren Feifan extendió su mano para tocar la superficie de la estela.
Al instante, una sensación de desolación lo envolvió. Había innumerables marcas de espada entrecruzándose en la superficie de la estela, cada una con medio pulgada de profundidad. Parecían haber sido añadidas deliberadamente por alguien.
Dado el entendimiento de Ren Feifan sobre el Dao de la Espada, sabía que esas marcas de espada debían haber sido talladas en un instante por la misma persona.
Una sola espada, un solo momento, cientos de cicatrices de espada.
Esta era una estela con una historia.
Ren Feifan ligeramente levantó la mirada y vio una profunda mancha de sangre.
Aunque la mancha de sangre había estado allí durante muchos años, aún no se había desvanecido.
Esta era una mancha de sangre llena de resentimiento.
Ren Feifan mismo no sabía por qué estos pensamientos de repente le habían venido a la mente.