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Pedro Brown volaba por el cielo, sintiendo como si los eventos de hoy le hubieran abierto una puerta, revelando un nuevo mundo ante sus ojos.
La Tierra era demasiado pequeña, ¡y el mundo dentro de las estrellas era mucho más magnífico!
Pedro ya había revisado el vehículo volador de Alexander Carter y no tenía una alta opinión de su método de refinamiento. Sólo ahora se daba cuenta de que la herencia que había recibido era verdaderamente impresionante, con un conocimiento que superaba ampliamente al de sus pares. Si él refinara sus propios artefactos, los artefactos voladores mágicos que creara seguramente serían mucho mejores que los de Alexander Carter, que tendían a fallar.
Por supuesto, Pedro no necesitaba crear ningún artefacto mágico, ya que la Nave Estelar de Escape que había obtenido podría ser un buen Tesoro Espiritual una vez mejorado.
