El Comandante Bioquímico Timothy Lister estaba sentado en la sala de mando, una seductora soldado femenina lo complacía diligentemente debajo de su escritorio.
Él disfrutaba del servicio de la hermosa mujer mientras revisaba los numerosos documentos sobre la mesa.
Llevantando la cabeza, Timothy Lister echó un vistazo a la soldado femenina que estaba frente a la mesa con un aura inestable y dijo:
—¿Estas son las noticias de los Estados Unidos?
—¡Informe! General, nuestra gente no puede entrar al Área 51 en absoluto. Hay una formación allí que detectaría cualquier intrusión, y varios equipos de soldados ya han muerto debido a ella.
Timothy Lister resopló:
—Parece que han obtenido algunos avances de la luna, pero aún están muy atrás de nosotros.
—Sí, General, ya hemos cultivado quinientos soldados bioquímicos y tal ejército puede jugar un papel decisivo en cualquier campo de batalla.
Con una sonrisa en la esquina de sus labios, Timothy Lister dijo:
