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Todos disfrutaron de su almuerzo y, después de terminarlo, Pedro salió a dar un paseo. En esta ciudad, él podía relajarse, pero Pedro sentía que su cultivo personal no era tan sencillo. No, él no podía cultivar en un lugar con tan pocas personas. Tenía que buscar un trabajo adecuado. Pensando en ello, Pedro llegó al mercado laboral.
Pero, el resultado todavía era cruel. Aunque a todos les caía bien Pedro, negaban con la cabeza cuando se enteraban de que no tenía un diploma. Por supuesto, todavía había algunos trabajos que no requerían un diploma, como repartir agua o mensajero, pero Pedro lo pensó y negó con la cabeza. Esos trabajos no eran adecuados para él, y su objetivo de cultivo personal no era hacer ese tipo de trabajo; Pedro estaba más interesado en estar en un lugar lleno de intrigas y astucia. Cuando vio que ya eran las 3 en punto, Pedro no tuvo más opción que irse.
