—Mirando cómo se desarrollaban los eventos en la transmisión en vivo —el rostro de Miles Cole se oscureció como un cielo tormentoso—. No importa qué, no había esperado que todo terminara de esta manera.
En este momento, Miles realmente tenía unas ganas tremendas de matar a Peter Brown en el acto. ¡Era exasperante!
Desde que la Alianza de Maestros de Elixires tomó el control de los alquimistas alrededor del mundo, habían podido hacer lo que les plazca. Como occidental, Miles tenía el sueño de pisotear el Mundo de Cultivación de la Nación Hua bajo sus pies. Su plan estaba progresando bien y un ataque comprensivo sería lanzado en solo unos pocos años. No había esperado que un mero individuo en la Fase de Refinamiento de Qi interferiera con sus planes.
—¡Maldición!
Miles destrozó el escritorio frente a él con un solo puñetazo.
—Maestro, si esto no se maneja bien, ¡podría acarrear grandes problemas! —un seguidor de confianza susurró.
Miles lo miró y preguntó:
