Pedro Brown se sentó en el patio, observando la situación del pueblo montañés y pensando cómo desarrollarlo.
Pedro siempre se había visto a sí mismo como un agricultor y no podía soportar la pobreza y el atraso de los campesinos. Mientras tuviera un poco de capacidad, intentaría ayudar a estas personas empobrecidas. Aunque su corazón había sido lastimado por lo sucedido en la Aldea Flower Creek la última vez, no se desanimó por eso. Siempre creyó en la bondad innata de la naturaleza humana, e incluso si otros no entendían, él todavía quería realizar sus ideas.