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Después de conducir durante un rato, Peter Brown pensó en un problema: solo había conducido el coche de Eduardo Martin pasando la caseta de peaje, pero no había salido de la estación de peaje. Mientras no se revise la grabación de video, puede ser fácilmente rastreable. Dadas las capacidades de Enrique Martin, probablemente sería capaz de obtener las imágenes.
Tras pensarlo bien, Peter decidió no preocuparse demasiado y dejar que ellos mismos lo averiguaran.
Al salir de la estación de peaje, Peter condujo hacia un lugar cerca de la universidad y encontró un sitio tranquilo para dejar el coche de Eduardo. Luego tomó el otro coche y se dirigió hacia la escuela.
Reflexionando sobre lo que acababa de suceder, Peter se rió en secreto: incluso si Enrique y sus aliados no lo habían visto salir, no podrían decir nada una vez que encontraran este coche, ya que, de hecho, estaba aquí.
