A medida que las hermanas Jackson entraban a su casa, Peter Brown también se sintió conmovido. Se podría decir que la familia Jackson no tenía nada bueno, y la pelona condición de la casa hacía que el corazón se encogiera. Aunque se usaba algo de bambú para cerrar el espacio, se podía ver la luz del exterior entrando por las rendijas de los lados y del techo. Todo esto mostraba que era una casa con fugas por todas partes.
Al entrar, había una colcha desgastada llena de remiendos sobre la cama, y una mujer despeinada yacía sobre ella. Debido a la iluminación, era difícil ver con claridad desde la entrada.
Mirando la zona de cocina, Peter vio ollas y tazones que eran viejos pero extremadamente limpios.
¡La vida de esta familia es tan dura!
Mirando a las hermanas que lo seguían, Peter sabía que sus vidas debían ser muy difíciles.