Peter Brown sintió que se desplazaba sin cesar dentro de un flujo de datos, rodeado por varios puntos de luz. El tiempo transcurrió, no tenía idea de cuánto tiempo había pasado cuando de repente apareció un portal frente a él.
Al emerger del portal, Peter Brown sintió claramente como si se hubiera sumergido en una vasta piscina.
Un masivo flujo de energía se vertió en el cuerpo de Peter Brown, reponiendo rápidamente su agotado Poder Inmortal.
Enormes olas de vitalidad y energía llenaron su ser.
¿Podría este ser realmente el Reino Inmortal?
Sin embargo, lo que desconcertó a Peter Brown fue que la energía que entraba en su cuerpo parecía transformarlo solo físicamente y no se acumulaba debajo del ombligo; esa área permanecía vacía.
Pero no todo era así; Peter notó que el Horno Ruyi absorbía ávidamente la energía entrante, como algo que nunca podría estar satisfecho, capaz de tragar cualquier cantidad de poder.