```
Como resultado, los samuráis de la Nación Sakura, al presenciar esta escena, no se atrevían a enfrentarse directamente con él y, en su lugar, mantenían sus distancias, alejándose del conflicto.
Al mismo tiempo, las armas ocultas en sus manos se clavaban rápidamente en el jabalí, y al colisionar con su cuerpo, se produjo un sonido de chasquidos repentino.
Afortunadamente, la piel del jabalí se había vuelto increíblemente dura debido al fortalecimiento de su Linaje, lo que dificultaba que las armas ocultas penetraran sus defensas.
Por el contrario, los samuráis de la Nación Sakura que fueron golpeados por él terminaron con sus cuerpos cubiertos en picos de la longitud de medio brazo, con algunos incluso siendo atravesados de manera espantosa, luciendo completamente desastrosos.