—Las cejas de Ruth Amanecer estaban fuertemente fruncidas, no quería nada que ver con Pedro —se sirvió una bebida y la tragó de un sorbo.
—Su garganta ardía, su rápida ingesta provocó un fuerte ataque de tos.
—Al ver que Ruth no le prestaba atención, Pedro no tenía prisa, solo sonrió levemente —Déjame adivinar, hmm, es por ese caballero de recién, ¿no es así?
—Yo también noté, mientras bailabas conmigo, que tu mirada se desviaba involuntariamente hacia él
—¿Es él el hombre que te gusta? Pero lo vi con una mujer embarazada, ¿qué es él para ti?
—¿Tu novio?
—¿Amante?
—¿O quizás, marido?
—Cuando Pedro llegó a este punto, Ruth ladró agudamente —¡Cállate!
—La sonrisa de Pedro se amplió —Ahora entiendo, él es tu marido.
—Qué extraño, siendo una mujer tan hermosa, ¿por qué tu marido todavía busca placeres en otro lugar?
—¿Busca otras mujeres? El niño en el vientre de esa mujer, ¿es de tu marido?
—¡Te dije que te callaras! —Los ojos de Ruth estaban ahora inyectados en sangre.