—¿James Bond?
—¿007?
—¿Un agente, verdad?
William Cole lanzó una sonrisa e inició la acción. Su velocidad era increíblemente rápida. El grupo de agentes reales ni siquiera alcanzó a vislumbrar su sombra antes de que fueran todos pateados por William, quedando desparramados en el suelo.
En poco más de una docena de segundos, siete u ocho agentes de élite ni siquiera habían tocado la ropa de William antes de ser privados de su capacidad de lucha.
Charled permaneció inmóvil, su rostro tornándose pálido de miedo.
Sin embargo, la princesa Louise tenía la boca abierta formando una 'O', sus ojos brillando con pequeñas estrellas:
—Dios mío, eres simplemente increíble.
—Eres aún más valiente que Jason, como el legendario caballero dragón.
—¡Verdaderamente un héroe admirable!
La princesa Louise miraba a William con adoración, como si estuviera embobada:
—Charled, le perdono cualquier fechoría.