Después de que William Cole se marchara, se dirigió directamente a la cafetería donde había quedado en encontrarse con Ave Bermellón.
Ave Bermellón, con la Guardia Sombra, podía recopilar información sobre la Secta del Amanecer en la mayor medida posible.
No bien William había dado unos pasos, una figura salió disparada:
—Lo siento por lo que pasó recién.
William miró a la mujer que salió corriendo con sorpresa:
—¿Eres tú?
La persona no era otra que Claudia Chow.
Claudia Chow reveló una sonrisa:
—Sí, soy yo. Vine a disculparme por lo que pasó recién.
—¿Lo que pasó recién? ¿Hablas de Edgar Bray? —William la miró impasiblemente.
Claudia Chow asintió disculpándose:
—Sí, conozco cómo es Edgar; no es de dejar pasar las cosas cuando tiene la razón, así que fingí creerle a propósito.
—Si no hubiera hecho eso, habría sido menos probable aún que te dejara ir.