La furgoneta Mercedes-Benz se puso en marcha y se dirigió hacia el Aeropuerto Internacional de Hong Kong.
Unos treinta minutos más tarde, el vehículo se detuvo al costado del camino, Koizumi Gonama y su esposa, Koizumi Rinko, se bajaron y la pareja se subió a otro sedán que había estado esperando a un lado de la carretera, el cual luego se alejó en una dirección diferente.
—¿De verdad vamos a rendirnos? —frunció el ceño Koizumi Gonama.
—He contactado al maestro, y el maestro ha aceptado las condiciones de Hannah García —pensó durante unos segundos antes de asentir lentamente Koizumi Rinko—. Wilson Dawn es importante, pero ahora con Las Trece Damas de la Secta Dawn y la gente de William Cole protegiéndolo, la zona es tan segura como una fortaleza, y no hay absolutamente ninguna posibilidad de hacer un movimiento.
—Si continuamos, perderemos aún más personal.
—Con Sakuragi Hanamichi asesinado y Hattori Kuisei herido, nos falta personal y estamos muy a la defensiva.