—¡Zas!
Ruth se acercó y abofeteó a Kirk Cole en la cara, su rostro bonito frío y distante —Esta bofetada es para William Cole, por hacerle daño a tu hermano.
—¡Zas!
—Esta bofetada es para ti, de parte de la Sra. Cole, por tu ingratitud hacia su amable crianza.
—¡Zas!
—¡Esta bofetada es para mí, por tu boca llena de porquerías!
—¡Tú! —Kirk Cole estaba tan enojado que casi se desmayó, intentando levantarse pero fue firmemente agarrado por los Guardias del Tigre Negro.
El Anciano Witt y Anita Witt se mantenían al margen, observando en silencio cómo se desarrollaba todo, sin intervenir.
La mayoría de las personas ya se habían ido, quedando solo unas pocas insignificantes, obviamente esperando noticias sobre la Sra. Cole.
Para entonces, William Cole había llegado a la habitación del hospital, mirando a la Sra. Cole acostada en la cama, inconsciente, con una expresión compleja —Señora, ¿realmente es usted mi madre?