—¿Qué? ¿En serio? —Un temblor de emoción recorrió el cuerpo de William Cole cuando casi dejó caer su tazón de ensalada de frutas.
—Se levantó emocionado y rápidamente dijo:
—Vale, espérame, estaré allí enseguida.
William dejó el tazón de ensalada de frutas y corrió hacia el Salón Trece.
—William, ¿por qué tanta prisa? ¿No puedes terminar tu ensalada de frutas primero? —Ruth Amanecer le agarró el brazo, deteniéndolo.
—En el laboratorio del Salón Trece encontraron un posible antídoto, ya está en ensayos clínicos, necesito ir a verificar —explicó William con urgencia.
—Si el antídoto funciona, tú y el niño estarán a salvo.
—Eso es maravilloso —Ruth sonrió suavemente, no tan emocionada como William esperaba.
—¿Qué pasa? —William se detuvo.
—Nada, ¿puedes terminar tu ensalada de frutas primero? —Ruth sonrió y negó con la cabeza.
—¿Ensalada de frutas?
—William se sorprendió, luego miró el tazón que había dejado descuidadamente sobre la mesa.