—Aquellos que son arañados por los mutados corren el riesgo de mutarse ellos mismos —Florence Amanecer se cubrió la boca.
—¿Qué? ¿Entonces qué podemos hacer?
Los dos hombres de mediana edad estaban enormemente impactados. Se rascaban frenéticamente las heridas en sus muñecas. Corrieron de vuelta al carro, sacaron agua embotellada y empezaron a limpiar frenéticamente la herida.
William Cole los observó, viendo que las heridas de los dos hombres supuraban pus verde.
—Es inútil. Ya están infectados. El agua embotellada no lo eliminará —William Cole sacudió la cabeza.
Los dos hombres, aterrorizados, se arrodillaron completamente:
—Dr. Cole, por favor, ¡sálvenos!
—No...No...No queremos convertirnos en eso.
—Tengo una esposa en casa, un hijo y una madre de ochenta años. Si me convierto en esto, ¿cómo sobrevivirán mi esposa y mi hijo?
Los dos hombres no dejaban de inclinarse repetidamente.
