—¿Qué le pasó a Ruth? —preguntó en voz alta William Cole.
Al ver los ojos inyectados en sangre de William Cole, él se precipitó hacia la criada, extendiendo la mano y agarrándola del brazo.
La criada se asustó muchísimo, intentando sacudirse la mano de William Cole, pero no podía, no importaba cuánto lo intentara.
—¿Qué está pasando? ¿Qué ocurrió? —preguntó apresuradamente la anciana.
—Yo... yo no sé, la Señorita Dawn estaba bien esta mañana, pero después del desayuno, de repente se volvió distraída.
—Estaba sentada allí y de repente empezó a cantar, luego a bailar en su sitio.
—Pensé que la Señorita Dawn estaba contenta, así que le traje algo de fruta para que comiera, pero no me esperaba que la Señorita Dawn subiera al tejado —explicó la criada.
—¡Qué!
William Cole parecía totalmente horrorizado.
Tanto la anciana como la Sra. Cole tenían rostros de profunda ansiedad.