—De hecho, ya es hora de que resolvamos las cosas entre nosotros.
William Cole asintió levemente en señal de acuerdo.
Ishii Saburou había intentado matarlo varias veces, y una vez estuvo a punto de matar a Ruth Amanecer. En el corazón de William, Ishii Saburou ya había sido agregado a su lista de personas a matar.
—¡Entrégame el USB y perdonaré tu vida! —Saburou, sosteniendo una pistola, la apuntó a la cabeza de William.
—El USB está en mi mano. Ven a buscarlo. —William sacó un USB, ondeándolo tentadoramente frente a Saburou.
Los ojos de Saburou estaban inyectados en sangre y su rostro mostraba avaricia sin disimulo. El USB lo representaba todo para él. Si pudiera echarle mano, controlaría toda la economía de Japón, e incluso el emperador tendría que escucharlo.
Finalmente, la familia Ishii estaba a punto de cambiar su suerte.