Los ojos de Abuela Serpiente se iluminaron con emoción.
Ella miró a William Cole fervientemente —Chico, siempre y cuando me aceptes como tu mentor, te pasaré todas mis habilidades.
—No importa lo que quieras, lo cumpliré por ti.
—Dinero, una mujer hermosa, estatus, incluso si quieres gobernar un país, ¡puedo tomar uno pequeño de Asia sudoriental y dejarte gobernar!
La actitud de Abuela Serpiente tuvo un cambio completo.
La Sangre de Kirin es tan preciosa, que rara vez ha sido poseída por alguien desde la antigüedad.
William Cole lo encontró divertido.
Tal oferta, alguien más ya la había propuesto, y era incluso más tentadora que la ofrecida por Abuela Serpiente.
—¿Soñar despierto?
Esas cuatro palabras fueron todo lo que William Cole dijo.
Abuela Serpiente estaba molesta —Si no vienes conmigo, puedo matarte por esa Sangre de Kirin, aunque su efecto disminuye mucho con la muerte, sigue siendo una medicina fuerte.
—¡Atáquenlo con todas sus fuerzas! ¡Maten a William Cole!