La atmósfera en la habitación era algo peculiar, y todos estaban en silencio.
Minnie Wright en silencio secaba sus lágrimas, recogía el medio tazón de papilla cargada de sal y tomaba un trago forzado, como si se estuviera castigando a sí misma.
—¡Minnie, deja de comer! —intervino William Cole, arrebatándole el tazón de la mano—. Una ingesta excesiva de sal puede causar insuficiencia renal en una persona sana.
—¿Insuficiencia renal? ¡Has perdido el sentido del gusto ahora! ¿Sabes lo miserable que es esto? —ella ya no podía contenerse, sus ojos se enrojecieron y las lágrimas fluían constantemente.
—Si no hubiera sido por tu extrema nerviosidad en Ciudad Capital últimamente y tanto sucediendo a tu alrededor, ¿habrías perdido el sentido del gusto debido a los nervios?