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—Ollie Booth, ¿esta es tu compañía? —William Cole miró al hombre ridículo ante él, que no guardaba ninguna semejanza con el personaje sórdido que había visto en el hotel.
—Jajaja, señor Cole, apuesto a que no sabía que la mayor compañía de préstamos privados en Midocen es mía. Solo la puse a nombre de otras personas —explicó Ollie Booth—. A lo largo de los años, había obtenido enormes ganancias de su negocio de préstamos con altos intereses.
Pero debido a que su historial personal estaba manchado, no podía abrir una compañía a su propio nombre.
Entonces, estableció una compañía de préstamos privados a nombre de un subordinado. Tras más de una década de arduo trabajo, se había convertido en la mayor compañía de préstamos privados en Midocen.
Y Ollie Booth era el jefe detrás de bambalinas.
En su tiempo libre, socializaba con jóvenes ricos y les prestaba dinero, cultivando su red de contactos.
