Clifford Blair estaba atónito, mirando a Geneva Blair con horror:
—¿Prima?
—¡Bofetada—— —¡¿Cómo te atreves a llamarme "prima"?! —exclamó ella.
—¡Bofetada—— —¿No sabes dónde estás? Esto es la Ciudad Capital, ibas en dirección contraria en la calle, ¡casi matas a alguien!
—¡Bofetada—— —¡No solo provocaste un accidente de coche, sino que también abusaste del poder de tu familia!
—¡Bofetada—— —¿Por qué estacionaste tantos coches en la carretera? ¡Estás obstruyendo el tráfico!
—¡Bofetada—— —Te equivocaste pero no quisiste disculparte; aun así, ¿todavía esperas que te ayude contra los demás?
—¡Bofetada—— —¡Clifford Blair, le diré al abuelo cuando llegue a casa. Estás acabado! —Geneva Blair lo abofeteó implacablemente más de treinta veces antes de parar.
Los Cuatro Élites de la Ciudad Capital y su pandilla miraban a Geneva Blair con horror.
Aunque eran arrogantes entre los chicos ricos de la ciudad, no eran rivales para Geneva Blair.