Ruth Amanecer miró a William Cole sorprendida —¿Aceptaste así como así? Pensé que tendrías solicitudes.
William se rió —¿Qué podría pedir? Además, curar a la gente y salvar vidas es mi deber. Ayudarte es lo mismo que ayudarme a mí.
Ruth se sintió desanimada.
Estuvo ansiosa por mucho tiempo, reuniendo valor para rogarle a William. Ella creía que él la complicaría y no aceptaría fácilmente.
Inesperadamente, William aceptó sin pensarlo dos veces, lo que dejó a Ruth un poco perdida.
Parecía haber algo faltante entre ellos. Eran excesivamente corteses el uno con el otro.
Eran muy familiares, y sin embargo, se sentían tan lejanos.
Ruth sacudió la cabeza, descartando el pensamiento —Gracias por ayudarme.
—Vamos, la señorita Torres y los otros nos esperan en la villa.