William Cole no perdió más palabras; estaba ansioso por ver al obstinado anciano preparar medicinas en el Salón Trece.
Después de entrar en la habitación de Minnie Wright, William Cole sintió que la temperatura bajaba unos grados más.
Minnie Wright estaba acostada en la cama, con los ojos fuertemente cerrados. Parecía que estaba durmiendo, sin signos visibles de anormalidad.
—¿Está encendido el aire acondicionado en la habitación? —preguntó William Cole.
Fury Wright movió la cabeza. —No, no lo está.
—La temperatura se siente un poco extraña —William Cole parecía confundido.
George White aprovechó la oportunidad para burlarse. —¿Puedes tratarla o no? Si no puedes, ve y ponte de rodillas fuera del Primer Hospital de Midocen.
—¿Cuál es tu excusa acerca de la temperatura? ¿Quieres decir que la temperatura puede causar la inconsciencia persistente de la señorita Minnie Wright?
William Cole miró de reojos a George White. —Nadie pensaría que eres mudo si no hablas.
—¡Tú!