Familia Yan.
Hoy, Yan Yu ordenó que nadie se acerque al edificio principal.
Mientras tanto, él mismo caminaba de un lado a otro dentro del edificio principal; era una señal de que estaba lejos de estar tranquilo.
De repente, las puertas y ventanas del edificio principal fueron golpeadas por un extraño viento demoníaco, haciendo que temblaran al soplar.
Al ver la repentina aparición del viento demoníaco, una traza de deleite apareció en el rostro de Yan Yu.
Inmediatamente habló al aire:
—Gran hermano, finalmente has llegado.
—Jaja, tercer hermanito, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Recuerdo que fue hace cinco años —una voz que sonaba tanto masculina como femenina vino de todas partes.
Claramente, no había nadie dentro de la habitación, pero se podía escuchar una voz.
Lo más misterioso es que, aunque la voz dentro de la habitación sonaba fuerte, no se podía escuchar ni un susurro desde el exterior.
